Echando un vistazo a los niños de hoy es fácil comprobar que la gran mayoría están apuntados a un montón de actividades extraescolares: fútbol, judo, inglés, informática, ballet, música, pintura, cerámica, teatro, yoga, baloncesto....y así podríamos seguir hasta completar una larga y variada lista de ofertas. Los padres parecen estar obsesionados con la idea de rellenar el tiempo libre de sus hijos con este tipo de actividades para que aprendan y no estén las tardes sin hacer nada. Algunos incluso los apuntan a tantas clases que todos los días tienen una, de modo que entre el colegio, las actividades extraescolares y los deberes, los niños tienen sus días completos sin tiempo libre del que puedan disponer ellos a su gusto. A mí esto me parece totalmente contraproducente para un buen desarrollo del niño. Primero, porque resulta estresante tener el día ya establecido con unos horarios fijos desde la mañana hasta la noche. Y segundo, porque no se les deja la opción de organizar el tiempo libre según sus deseos. Los padres argumentan que no quieren que sus hijos se pasen las tardes sin hacer nada, pero es que no pasarían las tardes sin hacer nada ; se les ocurriría algo si les diéramos la opción. Y si se aburren, no importa. Se pondrán a pensar, lo cual es muy sano y, o bien idearán algo con lo que entretenerse, o bien terminarán reflexionando sobre algo. Creo que es fundamental dejar tiempo libre a los niños, pero tiempo libre de verdad, para que ellos lo ocupen como les parezca. Si los padres les organizan el tiempo a sus hijos siempre, éstos tampoco aprenderán a gestionarlo y no se harán independientes, esperando así que alguien les diga o sugiera lo que tienen que hacer cuando están aburridos.
Me parece razonable que los padres demos ideas de cosas que pueden hacer nuestros hijos o los animemos a realizar diversas actividades, pero deben ser solo sugerencias. Deben aprender ellos por sí mismos a organizarse y encontrar actividades en las que encuentren satisfacción.
Si siempre los dirigimos en todo, no aprenderán a ser independientes y tener un criterio propio.
A veces sí que tengo la impresión de que un exceso de actividades extraescolares puede realmente producir más saturación y cansancio en los niños que otra cosa.
ResponderEliminarSaludos
RESULTA INTERESANTE PENSAR QUE EL ABURRIMIENTO PUDIERASER UNA FUENTE DE CREATIVIDAD, PERO ME IMAGINA QUE DEBE HABER BASES PARA AFIRMARLO...
ResponderEliminarYO, EN MI CASO, ESCRIBO SOBRE EL FLUJO EN LA EDUCACON, EN DONDE ES, PRECISAMENTE, EL ABURRIMIENTO UN IMPEDIMENTO PARA DESRROLLAR LA CREATIVIDAD.
PIENSO QUE CUANDO UNA PERSONA SE ABURRE, NO FLUYE O NO SE DVIERTE, PERO QUEETO PUDIERA SER UN MOTIVO PARA BUSCAR NUEVOS RETOS QUE PONGAN A PRUEBA NUESTROS TALENTOS, HABILIDADES Y DESTREZAS...
PONDRE MAS ATENCION EN ESTA HIPOSTESIS, YA QUE ES INTERESANEY, LOGICAMENTE, ME IMPORTA MUCHO, PORQUE ES ALGO QUE ESPERO LLEVAR A ESCIBIR EN UN LIBRO SOBRE LA EXPERIENCIAS OPTIMAS O DE FLUJO...
POR MI PARTE, TE INVITO A PARTICIPAR EN MI BLOG. EN DONDE ESCRIBO SOBRE EL FLOW EN LA EDUCACION. ESTARÉ PENDIENTE DE TU BLOG. TE DEJO EL MÍO, VALE: http://www.fluirenlaeducacion.blogspot.com
Alfonso, gracias por tu comentario. Cuando digo que el aburrimiento puede ser una fuente de creatividad, lo digo en el sentido de que el niño aburrido en su tiempo libre (no en el colegio, por supuesto, pues allí no tendría libertad de acción),se verá impulsado a hacer algo, buscar un modo de divertirse. Y yo creo que esto debe hacerlo él solito, no que estén los padres allí corriendo para dirigir al niño y decirle lo que debe hacer, porque así no se harán autónomos y esperarán siempre que les digan qué hacer cuando estén aburridos.
ResponderEliminarEn cuanto a las bases para afirmarlo..... esto no es una teoría científica. Es solo una reflexión que yo baso en mi experiencia con niños y adolescentes.
Me pasaré por tu blog y ya te comentaré.
Saludos.
Puedo pensar que lo que hoy en día lo que intentan los padres, es el desarrollo de todas las capacidades de los escolares.
ResponderEliminarSin embargo creo que estamos olvidando lo importante de la afectividad y el desarrollo a la imaginación que también son factores que contribuyen a la educación.
Debemos facilitar el aprendizaje a través de varias experiencias que son enriquecedoras en el desarrollo.