miércoles, 16 de noviembre de 2011

El sistema educativo en Finlandia

Según los últimos estudios comparativos realizados en cuanto a los sistemas educativos en países occidentales, es Finlandia el país que cuenta con una mayor calidad en la enseñanza y más alto porcentaje de éxito en la escuela. Parece que las claves de todo ello son la alta formación de los docentes, tanto a nivel académico como pedagógico, la atención individualizada al estudiante durante todo el proceso educativo, especialmente en la primera etapa escolar, y la gran variedad de cursos de formación profesional que hacen prácticamente imposible que alguien no encuentre uno que se ajuste a sus gustos, expectativas o capacidades.
Sin embargo, parece que algo falla, puesto que Finlandia es el país occidental con mayor índice de suicidio infantil. Este dato rompe con esa visión idílica que se puede uno formar en cuanto a la educación allí. Por supuesto no podemos achacar la responsabilidad de esto a la educación, pero sí es importante comprobar que esa atención individualizada durante el proceso escolar, no parece detectar posibles señales de alarma en algunos escolares, lo cual puede sorprender. Por otro lado, todo parece indicar que quizá la asignatura pendiente en Finlandia sea el desarrollo de una inteligencia emocional, unas habilidades para manejar los estados de ánimo y saber sobreponerse a
las adversidades. Y si observamos que el índice de suicidio infantil es, por lo general, más alto en países desarrollados que en países menos desarrollados, se me ocurre que quizás, en estas sociedades que se preocupan tanto de facilitar un entorno adecuado al niño, sin problemas y el mayor grado de equilibrio posible, lo que sucede es que los niños lo tienen todo resuelto y no desarrollan mecanismos para superar sus problemas porque casi nunca los tienen.
Supongo que es todo bastante complicado, pero creo que es interesante reflexionar sobre ello.

Aquí dejo el enlace a un artículo sobre este tema: www.elconfidencial.com

Una educación demasiado instrumentalizada

Mi reflexión de hoy gira en torno a las nuevas tecnologías y su uso generalizado en la educación. No cabe duda de que son un instrumento de gran valor, puesto que facilitan el acceso a todo tipo de información de forma casi inmediata, además favorecen el diálogo y la colaboración entre personas de distintos lugares, culturas, edades, etc. Creo que ya pocas personas cuestionan la utilidad de las TIC y la conveniencia de que se integren en la práctica cotidiana de la enseñanza. Sin embargo, hay una cuestión que no me gusta en todo esto; me da la sensación de que la enseñanza se está orientando "demasiado bien" hacia la necesidad de adaptación de la persona a la sociedad y a la satisfacción de las necesidades en el plano laboral, quedando quizá un poco olvidado lo abstracto, lo general, el saber por el gusto de saber. Creo que se está prestando demasiada atención a las competencias básicas que integrarán al individuo perfectamente en el sistema, como una pieza encaja en un puzzle. Es como si la mirada estuviera centrada en lo más inmediato, el instrumento y olvidáramos lo esencial. Me parece que también es muy importante enseñar a los niños y adolescentes a reflexionar sobre temas abstractos e incluso ser capaces de escribir sobre estas reflexiones. Todo esto ayuda a formarse opiniones, tomar conciencia de asuntos generales fuera de las prácticas cotidianas. Conozco a muchos adolescentes que cuando tienen que escribir una opinión personal sobre un tema no saben qué "deben" poner y es que realmente no saben pensar y reflexionar libremente sobre algo.
Me gustaría que, en general, se prestara más atención a esta cuestión en la educación actual a la vez que se potencia el conocimiento de las nuevas tecnologías, ya que no son cosas incompatibles.
Encuentro igual de importante (o más) ser capaz de reflexionar sobre un tema, como el ser capaz de encontrar y seleccionar información a través de las TIC.

Aprender a reflexionar.........
......para crecer.