Hoy quiero hablar de Celestin Freinet, un pedagogo francés que en los años 30 fundó una escuela experimental en los Alpes. Las técnicas de enseñanza de Freinet se basaban en el fomento del diálogo, la experiencia directa con el objeto de estudio y el trabajo en grupo. Todo ello prestando también atención a la formación moral y cívica de los niños, aspecto que consideraba fundamental en el desarrollo humano. Pero el motivo por el que fijo la atención sobre este pedagogo ahora es porque él se interesó en gran medida por el uso en la escuela de las nuevas tecnologías del momento. Freinet dotó a su escuela de una imprenta (con la que los alumnos elaboraban un periódico escolar), un gramófono, una radio y un proyector de cine. Trabajando con estos instrumentos los alumnos aprendían el uso correcto del lenguaje, tanto escrito como oral, aprendían también a organizar las tareas y colaborar para realizar un proyecto común.
Nosotros vivimos ahora en una época en la que se está intentando incorporar las nuevas tecnologías en los centros de enseñanza, pero aún encontramos reticencias en algunas personas o dudas de cómo debe hacerse. Las innovaciones suelen producir desconcierto en un principio, pero siempre acaban incorporándose a la vida normal, su uso se generaliza y luego nadie (o muy pocos) niega sus beneficios. Por eso es mejor tomarlas con naturalidad y con una mente abierta de forma que podamos empezar cuanto antes a sacar provecho de lo que nos ofrecen.
Dejo este enlace en el que podéis profundizar sobre la vida de Freinet y sus técnicas de aprendizaje: Celestin y Elise Freinet